lunes, 27 de diciembre de 2010

Mi música favorita




Una angustia. Dos mujeres extrañas. Tres años. Cuatro paredes. Más de cinco niñas rodeándome. Mucho miedo.
Eran solo Flash-Backs que me vinieron cuando pensé en el día que tuve la bendición de conocerla. ¿Quién es ella? Mi música favorita. La conocí en kínder. Yo creo que Dios no me quiso dejar sola en aquel lugar extraño para mí y me la mandó por sobresito y con un sticker de corazón. Uno de mis primeros y más especiales regalos. Tan especial que hasta el día de hoy la sigo cuidando. 
Ahora pienso qué frágil puede ser una amistad, porque puede romperse tan fácilmente. 
Ella estuvo en mis momentos tristes y en los felices también, pero siempre su música era alegre, siempre motivadora. Porque eso es un amigo ¿no? Alguien que te presta sus alas mientras cura las tuyas. Nunca podré agradecerle lo maravilloso que fue que entrará en mi vida, nunca podré devolverle los momentos inolvidables que me dio, pero siempre podré demostrarle cuánto la quiero y lo mucho que significa para mí.
Gracias porque volaste hasta mi vida sin saber cuánto me hacía falta una persona como tú. Gracias por ser tan dulce e inocente como eres. Gracias por no dejarme sola. Gracias porque contigo aprendí lo que es un amigo. Gracias porque cuando me pregunten cual es mi música favorita, ya no tendré más dudas, si no diré muy convencida: la de mi pajarito.

sábado, 18 de diciembre de 2010

¿Algún voluntario?



Creo que nadie conoce el paraíso hasta estar en él. Pero… ¿Si ya hemos estado ahí? ¿Entonces todos sabemos que es el paraíso pero simplemente no lo recordamos?

El mundo estaba en desgracia. Hace más de 2000 años que Dios había mandado a un espíritu elegido y ya nadie lo recordaba como antes. Estaban destrozando la tierra, borrando sueños, inventando falsas felicidades y enseñándolas. Se tenía que hacer algo con urgencia. Entonces Dios juntó a todas las almas en el mismo lugar y mirando el mundo con una expresión de sufrimiento en el rostro, sintiendo que todo su esfuerzo había sido en vano, preguntó: ¿Algún voluntario?
Muchos ni respondieron. Se negaron los restantes. No querían volver a ese mundo en el que habían sufrido tanto. En aquel paraíso todo era perfecto, una fuente de energía. ¿Quién quisiera regresar? Pregunta Absurda.
-"A la escuela no vuelvo"- gritó uno. Todos habían volteado sus rostros indiferentes. Hasta que la más pequeña de las niñas se paró y dijo: -"Yo estoy dispuesta a volver"-. 
Todos extrañados voltearon a verla. Ella prosiguió: -"Quiero ser esa persona especial que nunca tuve ahí. Quiero abriles los ojos, mostrarle lo importante que son"-. Dios respondió: "Pero cuando te mande ahí no recordarás nada de lo que estamos hablando, ya no recordaras la vida maravillosa por la que luchaste". La niña sonriendo le dijo: "No importa, estoy dispuesta a volver a hacerla. Algo me faltó completar ahí. El mundo va a cambiar, te lo prometo".
Un individuo intervino y dijo: -"Padre, ¿cómo mandarás a la más pequeña de tus hijas con la tarea más grande?"-. Dios respondió entonces: "Hijo, cuando uno es llamado al paraíso es cuando te graduaste en la escuela de la vida, es decir que necesitaste aprender de ella para hacerlo. Ahora yo te digo, ¿si terminaste la escuela con más años significa que sabes más que el que lo hizo también pero más rápido? No, pues tan solo fue que necesitaste más tiempo para aprender lo que mi hija hoy nos demuestra". 
De pronto, tras una tormenta, se abrió el cielo y partiéndolo en dos una luz propensa. Fue ahí donde ese ángel bajó del paraíso y su luz empezó a brillar tan fuerte que nadie pudo ver más allá. Y ella desapareció.
Suelo pensar que todos ya hemos estado en el cielo. Antes de nacer estamos ahí y terminando la vida vamos de regreso. No sabemos si es que tenemos varias vidas. No sabemos si levantamos la mano para ser voluntarios y por eso estamos aquí. No sabemos cuántas veces no hemos querido regresar, pero finalmente lo hicimos, con el propósito de perfeccionar nuestro espíritu aprendiendo y dejando mejor el mundo de lo que lo encontramos.
Cuando nacemos, cómo somos seres divinos pero no perfectos, Dios nos da una sola ala, y nos da libertad para elegir como complementar la otra que nos falta. Lo que hace la mayoría es abrazarse a otra persona, entonces pueden volar. ¿Pero qué pasa si esa persona te suelta? Lo de siempre, te caes y por lo tanto sufres y sufres y sigues sufriendo pues mientras más alto llegues peor será la caída. En cambio, cuando aprendemos a querernos a nosotros mismos de verdad antes de a cualquier otra persona, desarrollamos nuestra otra ala, entonces si nos sueltan no nos caemos, porque sabemos realmente cuánto valemos y nada nos daña. Y por lo tanto, nuestro vuelo se encamina a la perfección del espíritu.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Una pausa de luz


Un apuro de vida dominante que de mascota me llevaba,
es absurdo darse cuenta de todo lo que ignoraba.
Una mañana y rodeándola una luz me soltó la correa,
inundando un cristal tras un cielo azul y dejando que vea,
ese algo tan divino que no pude entender en ese instante.
Fue un impacto contra el alma que resultó intrigante.
No fue cansancio lo que me tumbo en una silla mirando la ventana,
quizás mi espíritu quería llenarse enteramente de esa mañana.
Tan divino es el sol que fue inexplicable como me alegró el día.
Tan divino es el poder de mi espíritu que mi mente cayó de rodillas.
Nuestra alma nos pide descanso, alimento de lo más fino.
Al igual que nuestro espíritu buscará siempre lo divino.
Entonces entendí que tenemos tanto dentro de nosotros, más que solo mente.
Una fuerza increíble en el alma que no sabemos usar correctamente.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Acércate

Siente y deja sentir que el amor madura,
será más grande, pero más difícil de borrar.
Que alguien vaya y le explique a Aventura,
que solo con un beso no se puede enamorar.

Ya no quiero escuchar más quejas de Arjona
preguntando por qué es tan cruel el amor.
Quien realmente ama no critica a su novia
de una reputación hecha por puro rumor.

Pero con amor nunca juegues, ten cuidado,
a veces es imposible olvidarse de otros.
Intentando olvidar Sabina me ha llevado
por el boulevard de los sueños rotos.

Levántate siempre después de cada caída
y nunca llores por falsas promesas.
No esperes que un borracho te lo diga,
solo créelo, la vida te da sorpresas.

Ahora solo ama, que no te de vergüenza,
pues no hay nada mejor que ser amado.
Pero no dejes que Fito Paez te convenza,
porque no siempre llueve sobre mojado.

Y si alguna vez algo te tendría que confesar,
no sería posible ni siquiera lo que sintiera,
pues ni Gilberto Santa rosa podría explicar,
que manera de quererte, que manera.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Cuando perder es ganar


Era noviembre cuando realmente la conocí. ¿cómo olvidarla? Siempre estaba de buen humor y sonriendo. Parecía muy feliz, pero tenía un pequeño problema: no existía. 

Digamos que, quizás, era muy inocente y confiaba demasiado en los demás. Esperaba mucho de donde había poco o a veces nada. Y al preocuparse más por los que quería que por ella misma y no ser correspondida en su totalidad, dejaba de existir. No era un problema, pero llego a serlo cuando empezó a afectar su propia felicidad. Ella solía llamarlo "soledad", pero era más bien un vacío. Tal vez sea la sensación más amarga que llegues a experimentar. Llegar a sentir que por más que hayan mil personas a tu alrededor, a ninguna le importes, a ninguna le interese como te sientes. Es también sentirse incompletos. Algo que nos vuelve seres vulnerables. Pero, a pesar de todo, es un sentimiento bastante particular: sentirnos solos aunque no lo estemos. Nuestra conciencia nos perturba con recuerdos y problemas. Y era exactamente eso lo que ella sentía. Lo que nadie realmente sabía es todo lo que sufría en silencio. Ese mismo día, explotó. No se contuvo más y lloró hasta que sus ojos se tornaron rojos. Se me rompió el corazón al verla y fue peor cuando me di cuenta que lo que estaba viendo era un espejo. ¿Es tan difícil escucharlo como sentirlo? De pronto me puse a pensar que sufrimos por culpa de las otras personas, es decir, influimos en la felicidad y la tristeza de todos. ¿Cuántas veces hemos ahogado a alguien en soledad por simple indiferencia? Pensamos solo en nosotros y hacemos que el dolor de los demás sea invisible a nuestros ojos. Siempre queremos que se preocupen, pero ¿siempre nos preocupamos? 
Ella salió sola adelante, perdiendo el miedo a perder, amándose tal cual es. Perdió la ilusión y empezó a soñar. La ilusión es negar la realidad, en cambio si tú sueñas, quieres cambiarla. Por lo tanto, no habría desilusión dolorosa de por medio. Ganó madurez, aprendizaje y experiencia. 
A veces hay que perder para poder ganar. Después de todo, los vacíos por los que uno atraviesa en su vida, son esos tipos de maestros de los que es difícil aprender, que te exige mucho de lo que en ese momento no tienes, pero que terminas las clases sabiendo.
Era noviembre cuando realmente la conocí. ¿Cómo olvidarla? Si "ella" era yo.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

El mejor de los maestros.


Amor. Para mí no existe palabra más delicada que esa, amor. Son cuatro letras que definen una razón. El sentimiento más fuerte y desafiante, el más puro y apasionante. El arma más poderosa y la más humilde de antemano, el sentimiento más divino y también el más humano.
El amor no se limita en sustantivos, es más bien un verbo. Actuar demostrando. Luchar para que florezca o resignarse a que se marchite agonizando. Es actuar con el corazón, es sentirse dependiente y querer serlo. Es abrazar a la otra persona para poder volar. Es respetar y dejarlo ir sin querer perderlo. El amor son dos ríos que se encuentran y se unen en un manantial. Es que no te importe que imperfecto sea, sino que perfecto es saber que lo amas igual. No se aprende a amar, se aprende amando. Únicamente existe tu forma de amar, la que vas descubriendo y aceptando. La que vas entregando y vas tatuando a otros en sus vidas.
Amar es valorar algo sin tener que perderlo antes. Amar es darse cuenta que el amor no dura tan solo un mes, y entender, entender que tan grande es el amor si eres feliz cuando el otro lo es. Amar es perdonar sintiéndose fuerte.
El Amor es el mejor de los maestros y el que, sin duda, te cambia la vida.

jueves, 23 de septiembre de 2010

¿Dónde guardo nueve años?


Hace nueve años mis papás se divorciaron. 2001, yo tenía seis y toda la inocencia posible acumulada en un cuerpo que no entendía lo que era sufrir y que más bien lo relacionaba con algún capricho que no le concedían. Para mí eso era sufrir. Sufrir en un mundo donde todo me sonreía, donde no me faltaba nada, donde no tenía más preocupación que jugar y desarrollar mi imaginación.
Sin embargo, un día escuché el llanto de un sufrir verdadero que aún no conocía y asomándome a la puerta vi a mi mamá llorar por primera vez. Lágrimas llenas de sentimiento, que derramaban decepción, desamor y problemas. ¿Es acaso que no le compraron la Barbie que quería? creo que no era cuestión de Barbie, sino de Ken. Al verla tan mal, corrí y la abracé. Un día después, sin entender que sucedía, yo hablaba con mi padre y de pronto le comente que vi a mi mamá muy triste el día anterior. El inventó cualquier historia que se le vino a la mente, pero yo interrumpí: "Pa, ¿mi mamá te quiere mucho?" El me respondió que sí. Entonces proseguí con otra pregunta: "Entonces, ¿cuando uno quiere mucho duele? si es así no me voy a enamorar nunca". La única respuesta que recibí aquel día fue: "Lo entenderás cuando seas grande. Mejor anda a jugar hijita, tu muñequita debe extrañarte mucho".

Querido Padre, he crecido. Ya sufrí una pena que va más allá de un capricho y hasta ahora no entiendo aún por qué a veces duele tanto querer, aunque no es el amor lo que duele, son los factores que lo contaminan los que crean decepción. Ahora entiendo lo que las lágrimas de mi mamá gritaban en silencio mientras recorrían el camino de su suave mejilla, pero algo que no entiendo hasta ahora es como la dejaste ir.

‘‘Las historias hermosas son así, nos prometen de lejos ser verdad. Le pedimos al tiempo que les traiga por acá y al final en un sueño suelen ser casualidad. A la vuelta del corazón volvemos a empezar.’’- Alejandro Filio.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Nuestra burbuja


Vivimos en una burbuja: todo tan mecánico, con una misma rutina. Todo tan neutralizado. Almas que se conforman con los limites de esa burbuja. Pero ¿es el mundo una burbuja? ¿nuestra burbuja? o ¿es lo que hacemos de él?.
Nos encerramos en lo mismo, la sociedad te arrastra hacia esa burbuja, una misma masa de gente que se conforma con... ¿vivir? o... ¿sobrevivir?
¿Nunca se han puesto a pensar que afuera de esa burbuja hay algo? Algo que todavía la gente no se anima a ver, no se anima a experimentar, a descubrir. Somos energía, y como tal, nos trasformamos. Necesitamos un equilibrio entre nuestro pensar, sentir y reaccionar. Tu puedes ser lo que tú quieres ser, no lo que los demás te hayan querido enseñar a ser. Un alma no se deja llevar porque la burbuja la encarcela. Quizás es cuestión de dejar de temerle a romper la burbuja, a atravesar ese límite que te impone la sociedad, de lo que dicen que es correcto y de lo que no. Cuestión de encender esa energía que está apagada, de encendernos. Cuestión de salir y ver la vida de una manera diferente que los demás. Cuestión de dejarnos transformar.

viernes, 20 de agosto de 2010

Es algo más que eso


Dilo. Eso que te mueres por decir, significa algo. Todo tiene un fin.
Pero, ¿qué pasa si es solo eso, un fin?... el final de algo, y por lo tanto un nuevo comienzo. Otro nuevo comienzo. Siempre pensé que la vida era cuestión de eso: comienzos y finales. El corazón busca lo que no tiene y se mantiene así, en una constante búsqueda.
Busca porque necesita amar, no busca quién lo ame. Busca porqué luchar. Busca nuevas metas, nuevas ilusiones. El corazón no piensa solo en si mismo.
Tu eliges. Lo que quieres decir y lo que no. Lo que quieres hacer y no hacer. A quién quieres querer. Si quieres dar una parte de ti a otra persona. Si quieres formar un "nosotros".
¿Qué puede significar ese "nosotros"? Creo que es en parte no soltarse las manos. Algo más que simplemente juntar y apretarlas. No entregas algo que te sobra. Entregas algo tuyo, que deja de ser tuyo para ser de ustedes, de ese "nosotros".

domingo, 15 de agosto de 2010

¿Qué cambio quiere, señorita?


A veces la mente confusa de un individuo contagia a la del otro. A veces sentir no es seguro. A veces no encuentras respuestas para nada y a la vez le encuentras una lógica a todo.

Si la palabra ''a veces'' fuera un ''siempre'', podríamos, quizás, resumir mis pensamientos. Siempre tan vacíos, tan perturbados. Relatos de momentos en caigo en la confusión, me pierdo y no entiendo nada. No sabes si es mejor olvidar o crear recuerdos. Con mil dudas en la cabeza, no sabes cómo reaccionar, qué hacer, qué decisión tomar.
Una situación parecida a ir a un restaurante y cuando llega el mozo aún no sabes qué pedir. ''Puede elegir cualquier cosa de la carta, tenemos los mejores menús sobre decisiones. La pregunta es: ¿qué cambio quiere, señorita?''. Esta vez me gustaría el cambio que no me haga sufrir.

jueves, 12 de agosto de 2010

ilusiones


Es algo que todos tenemos, que muchas veces deseamos y sentimos, por lo tanto nos hace actuar. Eso es lo que la sociedad llamaría ilusión. Ilusiones que se van pero nuevas llegan y siempre nos acompañan. Es una fuerza de empuje. Un motor de energía. Eso que te da motivos sin razones, que te impulsa y te emociona. Eso que es sentir en un tono menos, que se apodera de tu mente y se vuelve un vicio. De pronto en la ilusión encuentras alimento para el alma y te das cuenta que no eres solo un cuerpo, que hay algo dentro de ti, algo que no es algo, que eres tú, que podríamos llamar alma o quizás podríamos llamar vida.

Las ilusiones son como estrellitas que vas encontrando en el camino, que lo iluminan, y que quizás cuando volteas desaparezcan en un instante, en un descuido. Es algo que queremos hacer eterno, que lo sentimos eterno, que no creemos que terminará, pero ¿qué pasa si termina? No podemos impedir la decepción ni evitar desilusiones, pues es algo que siempre va a ocurrir. El circuito interminable de la vida. El corazón se puede convertir en un cementerio de ilusiones muertas si es que no encuentras nuevas por las cuales luchar. Pueden ser solo infinitos recuerdos, sueños sin terminar, fantasías sin resolver. Pero, ¿las ilusiones pueden convertirse en algo más que solo ilusiones? definitivamente sí, solo depende de uno mismo.


sábado, 7 de agosto de 2010

La vida te da sorpresas


Una necesidad de escribir se posó un día de agosto, respirando el aire de un atardecer casi por concluir. Al volver, siendo invierno, se siente el cálido de la primavera al pensarte, cálido como la luz de una vela que nunca se apagó. La mirada esta empañada con un secreto en cada lágrima sin derramar. El piano destempla el alma. Sus notas se vuelven mi lira y cubren un silencioso llanto. Y de pronto siento aún tu esencia en el aire.

Me di cuenta entonces que algo había cambiado. Por mucho tiempo viví entre palabras mudas y miradas blancas. Nada me llenaba, no era lo que buscaba, lo que quería sentir. La misma rutina de caer en un suelo áspero y el mismo orgullo al levantarse iban desvaneciendo mis ganas de encontrar lo que faltaba. Y un día sin darme cuenta, todo lo que pedía, lo que esperaba apareció frente a mis ojos y de pronto me fui quitando aquellas cargas que sobrepesan. ¿Será que Rubén Blades tenia razón y la vida te da sorpresas? Sorpresas que no dejaré de agradecer.

lunes, 26 de julio de 2010

Asomarse al precipicio.


Escribir sobre alguien que formó parte de tu pasado es un poco asomarse al precipicio, pero intentare no caerme. Es atraer con un imán todos los recuerdos desde fotos, conversaciones hasta canciones que te remiten a esa persona que con su mirada lograba congelar tus sentidos, que trataba de conquistarte cuando tus alas ya no te podían llevar más alto de lo que estabas. 
¿Qué se puede decir cuándo hubieron buenos y malos momentos? 
Los buenos fueron pocos en realidad, otros muy buenos los creé en mi mente y sin querer pensaba que habían existido, por lo tanto en mi mente era feliz. Los malos me hicieron tomar repentinos vasos de nostalgia en el bar que mi alma visitaba con frecuencia llamado ''Brindo porque mi vida es una mierda''. 
Mi felicidad nunca fue felicidad con él, mas bien podría llamarla angustia. Siempre sentí que a veces me quería y a veces no. Cuando se acordaba era bueno, luego tener que atravesar los días sin una luz que te alumbre, era fatal. 

Hoy, todo ha pasado. Puedo entrar al Google de mi mente y buscar: Razones por las cuales me gustó: Aproximadamente 7500 resultados. Razones por las cuales me decepcione de él: Aproximadamente 1,840,000 resultados. Razones por la cuales me merece: Lo sentimos, la búsqueda no obtuvo ningún resultado.

jueves, 15 de julio de 2010

Vacio interior


Mi única equivocación fue sentarme y escribir. Explorar en la incomprensión y dejar que los pensamientos se ahoguen en un mar de dudas. Más de una vez me pregunté cuales eran las palabras exactas para describir aquel sentimiento... como si sintieras un vacío interior. Como si me faltara algo indispensable, pero se esconde entre la oscuridad del pensamiento y sin alguna luz que alumbre no lo puedo hallar. Camino hacia un pasadizo, el cual parece nunca acabar.
¿Es posible que a esta edad sienta esto? ¿Por qué no?
Todas las personas dicen que los adolescentes suelen hacer un mundo de un pequeño problema. Puede que tengan razón; sin embargo, si lo vez desde la perspectiva del adolescente puedes apreciar que las alegrías o las tristezas que tienes a esa edad, te marcaran en un futuro. Creo que son como cicatrices, quizás se vayan o quizás no. 

Deja de correr



¿Alguna vez te llegaste a sentir solo? ¿Alguna vez quisiste irte lejos de todos y de todo?
Yo sí. Muchas veces. Siempre me lo cuestioné. Creo que todos pasan por un momento así: el niño, el adolescente o el adulto. Hasta que en un momento de mi vida, abrí los ojos a una vida nueva. Fue como una cachetada y entonces me encontré con la realidad. Fue como decirme: "¡Deja de correr! Sin saber a donde vas sin saber por qué lo haces. ¡Deja de correr!" - me repetía - "El objetivo de la vida no es llegar primero".

A quién le escribo



Yo lo siento, como si me acariciara suavemente todo el tiempo, como si me hablara al oído, sin que nadie más escuchase lo que me dice o me tratase de decir, como si nadie lo viera o le prestara atención. Es simple la necesidad que le tengo, aunque a veces no noto que esté ahí siempre conmigo. Muchas veces me despeina como si solo estuviera jugando y muchas veces también tiene que correr para que la gente se de cuenta de su inevitable existencia. Por eso cuando escribo algo y nadie más lo lee, yo se lo escribo. Le escribo al aire. Sin saber si él me escucha, sin saber si él lee mis cartas, sin saber si él siente lo mismo cuando opaca una sonrisa o cuando la gente respira y se olvida que lo ha hecho. El esta ahí, sin alejarse si quiera un segundo, lo respiro, lo siento. El es dueño de mis secretos y se los confió plenamente. El me tranquiliza cuando estoy en un mal momento solo basta con respirarlo profundamente. el es parte de un suspiro, de tristezas y de alegrías. Es el amigo indispensable y eterno que te da la vida sin pedirte algo a cambio, que te escucha sin quejarse, que te habla sin emitir sonido alguno y te hace escuchar al corazón.

Aprediendo a vivir


Un día mi papá me miró a los ojos y me dijo: "Todavía te falta mucho por vivir". Entonces comprendí que mi vida recién había comenzado, que pase lo que pase no había vivido demasiado como para saber lo que era vivir. Y sigo preguntándome aún, si podré saberlo algún día.


Vivir es una palabra a la que muchos encuentran un significado diferente, una palabra a la que muchos temen y un simple resumen de lo desconocido. Quizás, deba empezar por apreciar mi vida, con sus defectos y virtudes, porque vivir no es solo pasar el presente, sino también mirar al futuro y aprender de tu pasado. Lo único que puedo decir al respecto es que, para vivir bien es necesario levantarse, levantarse después de una caída. Seguir caminando. Seguir soñando. Seguir sonriendo. Vivir es también ayudar a las personas que pasan por tu vida y dejar el mundo un poco mejor de como lo encontraste. 

Una carta para Magdalena

Como un viejo soñador me aferré a tu humilde recuerdo, 
como si mi mente no quisiera soltarlo, no quisiera perderlo.

Me bastaría con mirarte una vez más y pensarte tan lento, 
como cuando la luz de tus ojos detenían el tiempo. 
Mi esperanza de felicidad y amor, hiciste enmudecer,
mi alma sin pedir permiso se fugó contigo de mi ser.
Mi mirada es blanco y negro, se a olvidado del color,
mi nombre ahora es melancolía y mi apellido dolor.
Las ventanas de mi alma se cerraron con el viento,
de tus distantes palabras que hoy yo ya no siento.
Nunca llores cuando veas una carta de la persona que amas,
es lo único que aprecio desde que ya no escucho que tu llamas.
Todavía me acuerdo y a veces me pierdo en aquel día de Abril, 
que cruzamos miradas y por primera vez te vi sonreír.
No me olvidaré de ti cuando una ilusión llegue a mi vida, 
estas van de vuelta, y yo aún te espero en la ida.
Hoy me encuentro en un callejón oscuro, perdido y sin hogar, 
mi alma juega con mis sentimientos y la abulia no me quiere soltar.
No te imaginas, no calculas, no sabes cuanto te extraño, 
y con alegrías ni felicidades me he juntado este año.
Hoy logré entender lo que tus pupilas silenciosas me gritaban,
hoy que te fuiste mis razones de vivir no me levantaban.
Esa noche nunca pensamos que no nos volveríamos a ver,
esta mañana que no despertaste, que descansa en paz tu ser,
quería mi alma descoserse de mi cuerpo para encontrarte, 
y navegó en un mar de recuerdos, como un artista sin arte.
Aquella lágrima que hoy en mi mejilla derramo, 
muestra la soledad y la evidencia de que yo todavía te amo.

Que difícil


Qué difícil es hacer que a uno se le pongan los pelos de punta, que las palabras suaves se hagan melodía en tus oídos y que besos y caricias que manda el pensamiento aferren el recuerdo de un alma que no es nuestra. ¿Cómo tocarle la puerta al corazón con emociones que hacen equilibrio en un hilo donde solo el destino lo sostiene con sus delicados dedos?. Qué difícil es entrar en el pensamiento de otro y navegar en un mar de dudas sin poder salir victorioso de una guerra sin armas, de una paz sin banderas blancas. Cómo agarrar las estrellas tan solo mirándolas, como atravesar la soledad sin sentirse completamente solo, como reír cuando el corazón llora, eso es solo de gente grande, fuerte.

En ocasiones, y sin querer, recitas en un papel los capítulos de tu vida y limpias suavemente los pasillos de tu alma sin saber que el que se sienta cómodamente a la orilla de la chimenea y se deja expresar por las palabras es el corazón. Corazón, si hoy quiero mirar con el corazón, porque él guía sin mirar, el alma sigue sin pensar, y por más que la razón lo contradiga una y mil veces, en el piso del dolor todos tropiezan. Y es que cuando uno confía sus alas, ya no puedes controlar el subir o el bajar. Así es como uno aprende en esta vida, cómo uno se vuelve luz estando apagada o cómo uno se vuelve una calculadora malograda que se olvida de sumar, porque en el juego de la vida la suerte depende de los dados y la ganas dependen de uno mismo.